Cruel, enseñó a sus hijos,
a someterse a lo que les dijo,
a unos caprichosos deseos,
sin explicación de motivos.
Al que no obedeció le maldijo,
y en cólera la muerte dió,
el libre pensar así condenó,
y la intolerancia estableció.
Lúgubre y fatal paradigma,
condiciona la conciencia,
y la vida en convivencia.
Que sea libre se precisa,
y en su rica diversidad,
que nunca sea sumisa.
(io) 27/02/2010
Lúgubre y fatal paradigma
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