Es el trinar, en la aurora,
de las aves en el bosque,
copla para que la vida,
en la naturaleza despierte.
Unos dejan sus guaridas,
otros corren a esconderse,
con tu calida aureola,
que es de vida y es de muerte.
Dueño de todo el cielo
eres fuente incandescente.
Tu ausencia es el sello
de una sentencia de muerte.
Te ocultas, es el silencio,
el deseo de nuevo verte.
(io) 20/08/2009
Oda al Cetro
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