Rogar al verdugo,
corazón de piedra,
es perder el tiempo,
él no siente pena.
El correr de sangre,
su sed satisface,
así se complace.
Vivir de rodillas,
no vale la pena,
esto no redime,
ninguna condena.
Morir de rodillas,
es para el cobarde,
que arrastra su vida.
(io) 12/07/2010
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